Tras haberte puesto en contacto conmigo y calcular el importe de lo que te podría costar la corrección, te preguntarás cómo seguimos hablando. Bien, pues además de a través de esta página, hay dos posibilidades, correo electrónico o Facebook, lo que prefieras.

 

El documento a revisar se enviará como adjunto en formato Word, vía telemática, y del mismo modo se remitirá a su autor. Por supuesto, con la posibilidad de consultar dudas al respecto de la corrección o lectura.

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El cliente, de estar conforme con el presupuesto, deberá abonar el 40% del importe del mismo, en concepto de fianza, y el 60% restante al finalizar el trabajo.

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Cuál puede ser el plazo estimado para la corrección. Dependerá mucho de la extensión del mismo, obviamente, y de la dificultad del trabajo porque, como comprenderás, se tarda bastante menos en revisar un relato de 150 páginas que uno de más de 400.

 

Lo que quiero dejar muy claro es que un corrector no modifica la historia creada por su autor, se limita a señalar aspectos o erratas que este podría cambiar para mejorar su trabajo, pero la decisión final siempre es la del escritor. Mi labor es la de aconsejar y señalar aspectos que, en mi opinión, beneficiarían a su obra, nada más; unido a ello, por supuesto, la más absoluta confidencialidad.